Desde el vientre materno el niño percibe distintas sensaciones, como escuchar la voz de la madre y percibir la claridad del sol, entre otras. Luego con su crecimiento vivencia distintas experiencias, como por ejemplo, cuando comienza a comer, experimenta el sentido del gusto, del olfato y del tacto al intentar tomar por sí mismo la comida con las manos.
Por ello queremos desarrollar los sentidos que el niño posee, realizando actividades que sean novedosas y atractivas, para que puedan incorporar nuevas experiencias a través del juego.
- Jugamos con lupas de colores, observamos a través de ellas diversas imágenes colocadas en la pared de color blanco. ¿siguen viendo los mismos colores? ¿qué pasó?
- Nos observamos a través de ventanas de papel celofán de colores. ¿Cómo veo a mi compañero?
- Sentimos el aroma de diversos materiales u objetos, café, ruda, perfumes, menta, laurel, rosas.
- Preparamos jugos de naranja y limón. Los probamos, conversamos sobre su sabor, su aroma, si nos gustan o no.
- Sobre diferentes superficies y materiales pintamos con sellos, con los dedos, con pinceles dando color con témperas y con elementos no convencionales como café, hielo de colores, gelatina diluída.
- Cada viernes realizamos algo rico para compartir en casa como pizzetas o pan saborizado.